El Madrid consiguió el billete para la semifinal de la Liga Endesa (81-89), frente a un Gran Canaria que lo procuró, mas se vio superado por la eficiencia blanca en el triple y sus mayores recursos, con Llull, como siempre y en toda circunstancia definitivo en los momentos finales, en un partido donde Tavares pasó prácticamente inadvertido. El Joventut ya le espera en semifinales el martes próximo.

El Gran Canaria, siendo consciente de lo que se jugaba tras caer apalizado en Madrid, comenzó un tanto inquieto con muchos fallos en los primeros lanzamientos y lo aprovechó el Madrid para iniciar mandando (3-8). Si bien el cuadro de Lakovic se entonó con dos triples sucesivos de Brussino para rehacerse de ese mal comienzo.

Con Tavares en la zona, el Madrid impedía cualquier penetración al aro blanco así que la opción del ‘Granca’ era tirar de gran distancia. Una táctica que les llevó por detrás frente al acierto blanco con Musa como protagonista (10-16).

Mas los de Lakovic no se dejaron amedrentar y con dos triples más de Benite y Balcerowski, proseguían cerca del Madrid, con un atinado Musa que dejaba a los de Chus Mateo dominar el primer parcial (18-21).

El cuadro canario metió una marcha más en defensa, con acciones al máximo, y con el acierto de Slaughter, con dos triples sucesivos, el Madrid padecía. El partido trabado por las muchas faltas y sin ritmo, favoreció a los locales. Con Tavares en el banco, los de Lakovic lo aprovecharon para irse de 5 (29-24) obLigando a Mateo a parar el partido.

La reacción blanca fue inmediata tras ese minuto del técnico blanco. Con Hezonja y Llull de protagonistas en ataque, Ligaron un parcial de 1-9 que les devolvía el control en un 'plis-plas' (29-33).

Slaughter proseguía de dulce en ataque (8 puntos) y el duelo se apretó en los últimos minutos ya antes del reposo, que rompió Mario Hezonja en el último suspiro merced a un 'coast to coast' para dejar al Madrid por delante (37-39).

El Madrid arrancó como un tiro tras el reposo, con parcial de 0-7 (37-46) que forzó a Lakovic a parar el partido. Tras ese 'manotazo' blanco, el Gran Canaria mejoró en defensa y recurría a los triples de Shurna y Slaughter y un dos más uno de Balcerowski que devolvía la igualdad con un cuadro canario que volvía a batirse al máximo (52-52).

Mateo metía en pista a sus veteranos, con Llull y Sergio Rodríguez mandando, y la reacción blanca fue inmediata con Tavares y un Musa inspirado en el triple para recobrar la máxima (56-64).

El ahínco local no les daba intereses al final del tercer periodo que terminó con un triple de Sergio Rodríguez para desanimar más a los de Lakovic que no podían frenar el acierto blanco (56-67).

El Madrid sujetó el partido por el cuello y con 3 acciones sucesivas en el triple del 'Chacho' Rodríguez, en un instante excepcionalmente, dejaba el duelo en franquía para los blancos (61-77).

Si bien dos triples de Nikolic y una intencionada a Musa dejó al Gran Canaria regresar a meterse en el partido y soñar con la remontada (73-77). Con un parcial de 12-0 para los canarios con dominio en el rebote (73-77), Mateo debió parar el partido.

Los de Lakovic estaban lanzados y tras un triple de Slaugther, se ubicaron a solo un punto (76-77) y Salvó, nuevamente desde el triple, empataba el encuentro frente a la insensatez del Gran Canaria Arena (79-79).

El Madrid no perdió la compostura, y con canastas de Llull y Goss los blancos dominaban de 4 (81-85) a 59 segundos del final y ya no hubo sorpresa pese al elogiable intento canario (81-89).