Fueron los muniqueses los que se hicieron con el esférico solamente empezar el choque y empezaron a sitiar a un Inter que se sostuvo en pie merced a la carencia de puntería que, recientemente, sí empieza a apreciarse en el Bayern desde el momento en que se fue Lewandowski.

Salvo escasos acercamientos tímidos a Neuer por la parte de los locales, todo fue un Bayern que, por último, consiguió abrir la lata tras un bello envío en profundidad de Kimmich que Curé controló maravillosamente para batir a Onana con la diestra.

Debió saberle a poquísimo la renta a los bávaros tras los 14 disparos entre los 3 palos que contaron ya antes del pase por vestuarios. Faltaba el de siempre y en todo momento, que a esa hora ya llevaba un doblete en el Camp Nou. Mas el Bayern prosiguió a lo propio, subsistió a una segunda ola del Inter a inicios de la segunda mitad en la que Dzeko volvió a conminar a Neuer en un par de ocasiones y sentenció el choque a través de una muy, muy bella combinación entre Coman y el imperial Curé que D’Ambrosio se coló en propia puerta. El Bayern prosigue dando temor sin Lewy.