El apetito anotadora de Erling Haaland abrió al Manchester City el camino de una cómoda victoria (5-0) en casa contra el Copenhague en un duelo en el que los ingleses pudieron permitirse el lujo de sentar al noruego en el reposo. tras firmar un doblete.

Leal a su costumbre de horadar la red, Haaland solo precisó 7 minutos y un toque de balón para convertir el primero. Lo hizo rematando dentro del área un buen centro desde la derecha de Cancelo.

A ese tanto pudo proseguirle otro poco después, cuando Bernardo Silva se halló con el palo. Además de esto Haaland pudo ampliar su cuenta a través de un cabezazo blocado por el arquero, que asimismo desvió un tiro desde la frontal de Gundogan, y otro más del ariete escandinavo a una mano.

Jugaba a placer el anfitrión, monopolizando el esférico y las ocasiones. Y no cesó en sus pretensiones para lucimiento de un Grabase transformado en héroe hasta el momento en que Haaland volvió a superarle al empujar a la red un balón fallecido tras tiro de Sergio Gómez.

No cejó en su pretensión de anotar Gómez, que ya antes del reposo volvió a procurarlo provocando el desvío cara su puerta de Khocholava. Con 3-0 al intermedio, Guardiola decidió prescindir de Haaland.

Sin su primordial referente ofensivo, tornó el City en un equipo de más preparación mas no exento de acierto. Mahrez, aprovechando un penalti de Stamenic sobre Laporte, abrió más la brecha e hizo el cuarto.

Desde ahí el cuadro local dejó que la inercia y la inspiración trajeran consigo los acercamientos. Y en esa activa Julián Álvarez se dio de bruces contra el palo. El gol que se le resistió ahí terminaría haciéndolo algo después, rematando a placer un pase de la muerte de Mahrez.

De ahí al final el protagonista fue Jack Grealish, que hizo méritos más que de más para adjudicarse una diana mas no alcanzó su objetivo. Un tiro con efecto que se fue fuera por poco y otro disparo al palo, el tercero de la noche, fueron sus opciones más claras.