Italia estuvo a punto de pagar su conformismo frente Albania en un duelo en el que, a pesar de ser infinitamente mayor a su rival, arrancó de la peor forma y prácticamente encaja el empate en una de las últimas jugadas (2-1). El comienzo fue impropio de un vigente campeón de la Eurocopa. Menos en su estreno. Ahora fuera del campo los más de 50.000 albaneses estaban superando a los famosos ‘tiffosi’ y les brindaron motivos de alegría a los pocos segundos.
Un incomprensible saque de banda de Dimarco a los 21 segundos de partido se convirtió en un obsequio para Bajrami, que enloqueció a mucho más de medio Signal Iduna Park con el gol mucho más tempranero en la narración de la competición (1’).
Le entró el vértigo a Italia. Lógico, se alardeaba superior al cuadro de Sylvinho y se encontró en una situación completamente agobiada. Su reacción fue la de procurar localizar el empate inmediatamente. Con empuje y moviendo bien y veloz la pelota. Asimismo con bastante espacio, y es que Albania olió sangre y creyó poder hacer el segundo utilizando estas situaciones , con los de Spalletti cerrando en ocasiones con un único defensor.
No obstante , se debía imponer en algún momento el sentido común y lo vino a ofrecer como siempre Barella, quien comenzó a marcar el tempo de la selección italiana, que de inmediato empató a través de un cabezazo de Bastoni a saque de esquina botado por Pellegrini (11’). Se notaba fina Italia, asimismo Chiesa que no paraba de realizar diabluras en banda e incluso Dimarco, ahondando bastante por izquierda aprovechando que el asistente romanista ocupaba zonas centrales.
Tenía que ser Barella, que hasta hace pocos días parecía descartado para el comienzo de esta Eurocopa, quien hiciera que imperara la lógica. Encima, con un remate de primeras a un balón botando que enganchó con el empeine exterior (16’). Como solo hacen los cracks. Le entró el temor a Albania de salir goleada al descanso y el equipo , en bloque, se plantó en campo propio a cerrar filas. Acertó Sylvinho con esa decisión , ya que aun de esta manera Italia gozó de hasta tres oportunidades muy claras , en especial una de Fratessi que sacaron entre Strakosha, que fue capital, y la madera.
Italia fue enfriando el partido hasta prácticamente ponerlo en hielo. Un tradicional de fútbol transalpino y meritorio aunque poco vistoso. Es la mejor selección de todo el mundo en hacer que no pase nada sobre el césped. Era consciente Spalletti que solo de un fallo propio Albania se podía volver a meter en el desafío y decidió limitar al máximo esa posibilidad. Dejó incluso a los de Sylvinho tener en tramos cortos el balón, y sucede que sus posesiones etéreas no eran mucho más que un reposo para su contrincante.
Podría haberse precipitado en pos de gol de la calma y es probable que lo hubiera encontrado. Con nada y menos prácticamente hace el tercero en dos oportunidades de Frattesi y Chiesa, pero es que ni lo precisó. El mensaje de Spalletti fe claro cuando decidió meter a Cambiaso y Cristante en el terreno de juego en menoscabo de dos players de ataque. Y prácticamente paga su conformismo, pues en el 90’ Manaj tuvo una clarísima que próximo estuvo de costarle los tres putos a Italia, que deberá elucubrar menos frente España.