¡No se cansa de resucitar! Nadal arrasa en su vuelta ante Thiem (7-5, 6-1)

Tal y como si nada hubiese pasado retornó Rafa Nadal a la competición 349 días después. Informaban los compañeros que habían tenido el placer de entrenar con él en estas últimas semanas que el nivel del tenista abalear no era ni de broma el de alguien que llevaba un año sin competir.
Y dicho y hecho. Ante Thiem, Nadal retornó en grande. En un partido que no hace tantos años era una final de Grand Slam, el de Manacor impuso su tenis, su ritmo y sus golpes ganadores. Es cierto que el nivel del austriaco fue de más a menos meridianamente, mas no hubo un solo instante en el que Nadal va a mostrar falta de ritmo.

Comenzó el partido con dominio claro para los servicios y sin apenas posibilidad de contestación en el resto para ninguno de los dos. Sólido y comenzando a carburar la derecha se mostraba Nadal que ya daba simpatomas de estar muy cómodo, hasta tal punto que no fue hasta en el quinto juego con su servicio cuando Thiem fue capaz de ganarle dos puntos en exactamente el mismo turno de saque.

Daba la sensación de que era el instante en el que el austriaco iba a poner una marcha más al partido, mas produjo el efecto opuesto. El acelerón de Thiem provocó la reacción de Nadal que desde entonces se apropió plenamente del partido y en el duodécimo juego de la primera manga lo rompió. Logró las primeras bolas de ruptura del partido y a pesar de desperdiciar las 3 primeras, se apuntó la cuarta y terminante para anticiparse en el marcador.
 
Supo resistir Nadal en los mejores instantes de Thiem y apretar cuando lo requería el partido, mostrando una vez más que el talento y la clase no se pierden por bastante tiempo que pueda estar parado. Y también lo hizo asimismo en el segundo set.

Aprovechó el bajonazo físico y mental del austriaco tras ceder el primer set para proseguir imponiendo su ley y ya de buenas a primeras tomó el mando del set. Rompió en el segundo juego sin dar opción alguna a su contrincante para voltear la situación.

Procuró mudar el signo del partido Thiem apretando desde el resto en la que era ya su última vida. Mas una vez más, Nadal sacó a resplandecer su heroica capacidad de resistencia para hacer añicos las esperanzas de un Thiem que acabó por hundirse. Sacó adelante Nadal su servicio más difícil ya antes de regresar a romper y apuntarse una ventaja ya insuperable que cerraría con un concluyente 6-1 final.
 
Nadal ha vuelto y lo ha hecho en grande. Sin dudas ni en el físico ni el nivel. El local Jason Kubler espera en segunda ronda, que tras aprovecharse de la retirada del ruso Karatsev cuando el partido estaba empatado a un set, se va a medir por vez primera en su carrera a Nadal.

Va a ser la segunda prueba para el abalear, que sin renunciar a nada en Brisbane, ya mira de reojo a un Open de Australia que comenzará el próximo 14 de enero y al que si nada se tuerce va a llegar con la mejor de las sensaciones.

TiroAlpalo