Victoria en tres sets para un Alcaraz que ya está en Cuartos (6-3, 6-3, 6-1) | VIDEO-RESUMEN

Carlos Alcaraz se hace escuchar en Roland Garros. Ha hecho saltar las alarmas que anuncian que está finalmente en la pelea por la Copa de los Mosqueteros. No por la cosa obvia de haberse acercado un poco más llegando a cuartos de final, sino más bien porque ha subrayado un estado de forma que se aproxima al de aspirante a cualquier propósito que se proponga.

Un aviso a Novak Djokovic, Jannik Sinner y Alexander Zverev, por si acaso se los halla en el sendero hacia la Copa de los Mosqueteros. Un mensaje directo a su próximo contrincante , el heleno Stefanos Tsitsipas, a quien además de esto tiene tomada la medida: cinco combates , cinco victorias, la última precisamente en cuartos de Roland Garros, por 6-2, 6-1 y 7-6 (5). Se reencontrarán el martes próximo.

No existe ninguna duda. Alcaraz, 21 años y nº 3 mundial, luce la malla compresora en el brazo derecho pues así se lo recomienda su fisioterapeuta, Juanjo Moreno, si bien ha aparcado los miedos a que la lesión muscular en el antebrazo resurgiera, como sucediese en Madrid, su prueba entre las bajas en Montecarlo-Barcelona y Roma.

Liberado físicamente, el tenis jamás fué un problema. Sube de cero a cien con sencillez. Pero se lo ha podido tomar con calma ya que el la exigencia de los oponentes se ha simultaneado con sus necesidades de rodaje. Saltó de calidad contra Sebastian Korda, dos días después afianzó las esperanzas amarrando al canadiense Felix Auger-Aliassime, finalista de Madrid, 23 años y nº 21, 6-3, 6-3 y 6-1 en 2h.20\'

Iguala el palmarés con el norteamericano ganando su primer desafío en tierra. Del 0-3 al 3-3, reparto de victorias. Una tendencia que plasma el ascenso de Alcaraz y muestra el bajón de Auger-Aliassime, que tuviese contra las cuerdas a Rafa Nadal en este escenario en 2022. Las diferencias entre el pupilo de Juan Carlos Ferrero y el hasta hace poco tenista asesorado por Toni Nadal se han ensanchado.

Alcaraz sigue en el nivel superior, pese a la dificultosa da un giro de tierra por el mal en el antebrazo pegando la derecha, su martillo. Pues su amuleto especial son las dejadas. Y las está clavando en este torneo. La mejor señal para él y un fundamento para que los contrincantes se pongan sobre aviso.

Llega a cuartos de Roland Garros por tercera edición consecutiva , y ya no le valen ni las semifinales de 2023. Desea el todo, París es un sueño para proseguir la serie empezada en el US Open 2022 y continuada en Wimbledon 2023. Vaciló si llegaría a tiempo. Ha contrastado por sí mismo que sí. De más.

Barrió a Auger-Aliassime una vez comenzó a concretar sus ocasiones en el set inicial. Ganó 2 de 8 bolas de \'break\', si bien sumó siete consecutivas sin reflejar las diferencias evidenciadas en el juego. Con la rotura del 5-3 se aclaró el panorama. El español, un martillo pilón constante.

Hecho el trabajo en la segunda manga, 3-2 y saque, el partido padeció un parón de casi nueve minutos porque Auger-Aliassime abandonó la central para ser atendido de la región lumbar. Esquivó la retirada, no la ofensiva de Alcaraz ni su propio descreimiento y restricciones.

Alcaraz, a cuartos por sexto Grand Slam consecutivo en el que participó. No falla a esta ronda desde los octavos de Wimbledon 2022. Fue baja en el Open de Australia 2023.

Tiene todo en su sitio para recibir el martes 4 a Stefanos Tsitsipas, nº 9 mundial, finalista de Roland Garros 2021 y a quien se le acumula el trabajo si mantiene su agenda de dobles masculinos, con su hermano Petros, y doble mixto, junto a su pareja Paula Badosa. El heleno remontó al italiano Matteo Arnaldi, verdugo de Andrey Rublev, por 3-6. 7-6 (4), 6-2 y 6-2.

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