Para muchos quizá jamás sea el más grande, escogerán a Roger Federer, Rafa Nadal o a quien considere cada uno de ellos pues las filias y las fobias son muy particulares. Mas, si no el más grande de todos y cada uno de los tiempos, si Novak Djokovic va poniendo las bases para ser considerado el mejor pues los números le acreditan.
Está destruyendo muchos de los récords que no entraban en la imaginación ni del más optimista. Asimismo rompió el muro que no superó Steffi Graf, al que no ha logrado aún acercarse Rafa Nadal, los dos con 22 títulos de Grand Slam. Asimismo se le atragantó a Sosiega Williams, que llegó a 23. Elevó el listón el serbio, que firmó su 24ª corona de Grand Slam para lograr la cantidad de la australiana Margaret Court. Y con opción de continuar sumando.
A sus 36 años Djokovic está enseñando el físico de un chico. Le cuesta más recobrar, mas mima tanto cada detalle de la preparación que se está eternizando. Protagonizó un día de historia de leyenda como vencedor más veterano del US Open, dejando atrás el éxito a los 35 del australiano Ken Rosewall en 1970.
Sus piernas responden, la cabeza se ha estabilizado con el tiempo y su tenis ha crecido a un nivel soberbio. Desplegó genialidad y resistencia en la batalla con el ruso Daniil Medvedev, 27 años y nº 3, a quien doblegó 6-3, 7-6 (7-4) y 6-3 en 3h.16'.
Djokovic reconoció la calidad del contrincante acudiendo al saludo de manera inmediata. Ahora, sí, se arrodilló en el suelo. Llorando. El primer abrazo fue para su hija, Tara. Solicitó que se la acercaran. Después, al box para celebrarlo con los suyos. Un día señalado, de los que entran en los anales del tenis.
Djokovic se tomó la revancha de su ausencia en 2022 por no estar vacunado contra la covid, como de la dolorosa derrota en la final de 2021, cuando le quitó poder llenar un Grand Slam exactamente la misma temporada. La que sería gesta terminante. Ha disputado este curso nuevamente las 4 finales, solo Carlos Alcaraz impidió en Wimbledon ese pleno.
Este lunes 'Nole' le quitará el número uno mundial al de España, empezará su semana 390 al frente de la clasificación. Otra marca de proporciones enormes, más representativo que jamás de su poder actual. Sin sus queridos 'Big 3' Rafa Nadal, lesionado, y Roger Federer, retirado, con la amenaza de Alcaraz.
Novak Djokovic dio una lección completa de competición de élite, de escogido, en el choque frontal con un Medvedev que pagó iniciar mal (0-3), mas que propuso un segundo set de supervivencia que engrandeció el tenis total del balcánico, tan feroz en el ataque como en la defensa. Representando que se moría de agotamiento tras largos intercambios, de 36 golpes aun, en juegos de prácticamente una cuarta parte de hora, mas ahora destapaba su calidad.
Inacabable levantando una bola de set ya antes de llegar al 'tiebreak', que se llevó pues es muy, buenísimo. El muro lo puso , cuando convino. Y asimismo la magia. En una hora y 44 minutos sentenció ese enorme segundo set, que levantó en muchas ocasiones al público de sus asientos. Nuevamente bajo techo por la lluvia en la ciudad de Nueva York.
Djokovic procuró los ganadores paralelos como jamás, ensayó con acierto el saque abierto contra el resto lejano de Medvedev, cortándolo para complicar la contestación. Vio lo que había dado resultado a Alcaraz, lo aplicó con más eficiencia frente a un Medvedev de calidad mas que obsequió mucho al comienzo.
Daniil Medvedev solicitó asistencia en el hombro izquierdo. Su cuarta derrota en 5 finales de Grand Slam. La 24ª victoria en 36 Djokovic, la cuarta en diez en el US Open. Repitió los éxitos de 2011, 2015 y 2018.
Desde 2008, 4 US Open, diez Open de Australia, 7 Wimbledon y 3 Roland Garros. Son 96 títulos individuales profesionales, 4 este curso. Se reparte al límite, de ese cuarteto, 3 son Grand Slams. Vive para ellos en la dorada recta final de su carrera.
Otro trofeo más, 3 millones de dólares americanos en la cartera, cerca de 2.800.000 euros. Sencillamente, gigante. Con guiño final a Kobe Bryant vistiendo una camiseta 'Mamba Forever'. El 24 es el dorsal del malogrado mito de los Lakers.
A sus 36 años Djokovic está enseñando el físico de un chico. Le cuesta más recobrar, mas mima tanto cada detalle de la preparación que se está eternizando. Protagonizó un día de historia de leyenda como vencedor más veterano del US Open, dejando atrás el éxito a los 35 del australiano Ken Rosewall en 1970.
Sus piernas responden, la cabeza se ha estabilizado con el tiempo y su tenis ha crecido a un nivel soberbio. Desplegó genialidad y resistencia en la batalla con el ruso Daniil Medvedev, 27 años y nº 3, a quien doblegó 6-3, 7-6 (7-4) y 6-3 en 3h.16'.
Djokovic reconoció la calidad del contrincante acudiendo al saludo de manera inmediata. Ahora, sí, se arrodilló en el suelo. Llorando. El primer abrazo fue para su hija, Tara. Solicitó que se la acercaran. Después, al box para celebrarlo con los suyos. Un día señalado, de los que entran en los anales del tenis.
Djokovic se tomó la revancha de su ausencia en 2022 por no estar vacunado contra la covid, como de la dolorosa derrota en la final de 2021, cuando le quitó poder llenar un Grand Slam exactamente la misma temporada. La que sería gesta terminante. Ha disputado este curso nuevamente las 4 finales, solo Carlos Alcaraz impidió en Wimbledon ese pleno.
Este lunes 'Nole' le quitará el número uno mundial al de España, empezará su semana 390 al frente de la clasificación. Otra marca de proporciones enormes, más representativo que jamás de su poder actual. Sin sus queridos 'Big 3' Rafa Nadal, lesionado, y Roger Federer, retirado, con la amenaza de Alcaraz.
Novak Djokovic dio una lección completa de competición de élite, de escogido, en el choque frontal con un Medvedev que pagó iniciar mal (0-3), mas que propuso un segundo set de supervivencia que engrandeció el tenis total del balcánico, tan feroz en el ataque como en la defensa. Representando que se moría de agotamiento tras largos intercambios, de 36 golpes aun, en juegos de prácticamente una cuarta parte de hora, mas ahora destapaba su calidad.
Inacabable levantando una bola de set ya antes de llegar al 'tiebreak', que se llevó pues es muy, buenísimo. El muro lo puso , cuando convino. Y asimismo la magia. En una hora y 44 minutos sentenció ese enorme segundo set, que levantó en muchas ocasiones al público de sus asientos. Nuevamente bajo techo por la lluvia en la ciudad de Nueva York.
Djokovic procuró los ganadores paralelos como jamás, ensayó con acierto el saque abierto contra el resto lejano de Medvedev, cortándolo para complicar la contestación. Vio lo que había dado resultado a Alcaraz, lo aplicó con más eficiencia frente a un Medvedev de calidad mas que obsequió mucho al comienzo.
Daniil Medvedev solicitó asistencia en el hombro izquierdo. Su cuarta derrota en 5 finales de Grand Slam. La 24ª victoria en 36 Djokovic, la cuarta en diez en el US Open. Repitió los éxitos de 2011, 2015 y 2018.
Desde 2008, 4 US Open, diez Open de Australia, 7 Wimbledon y 3 Roland Garros. Son 96 títulos individuales profesionales, 4 este curso. Se reparte al límite, de ese cuarteto, 3 son Grand Slams. Vive para ellos en la dorada recta final de su carrera.
Otro trofeo más, 3 millones de dólares americanos en la cartera, cerca de 2.800.000 euros. Sencillamente, gigante. Con guiño final a Kobe Bryant vistiendo una camiseta 'Mamba Forever'. El 24 es el dorsal del malogrado mito de los Lakers.