Fútbol

Un F.C. Barcelona muy condicionado por la estricta expulsión de Araujo en el minuto 29 cayó eliminado de la Champions League tras perder 1-4 con un PSG que se favoreció tanto de los fallos de los blaugranas como del árbitro, rigurosísimo en el momento de echar al central uruguayo. Raphinha había adelantado a los de Xavi mas Dembélé, Vitinha y Mbappé (2) voltearon el marcador para liquidar de un plumazo la ilusión del barcelonismo, abocado a una temporada sin títulos.
En un desquite increíble pertinentes a los cuartos de la Champions League, Borussia Dortmund derrotó a Atlético de Madrid por 4 a 2 en Alemania y se metió en las semifinales del certamen del Viejo Continente donde se va a medir ante PSG. Fue un auténtico gran partido en Signal Iduna Park, con resultados alterables, que dejaron como clasificados por un rato a los locales, entonces a los españoles y finalmente, sin la desesperación y buscando el partido, revertieron la serie y consiguieron meterse entre los 4 mejores.
Un Barça a medio gas y con la segunda unidad hizo que el Cádiz CF volviese a la cruda realidad (0-1). Esta vez la jornada se presentaba favorece tras los resultados de los contrincantes directos, mas ni por esas. Se procuró, sí, mas se probó que lo que hay no da para ganar a un Barça en versión light. Perder frente al equipo de Xavi entra en las quinielas, mas el margen de fallo ya es cada vez menor. Tan pequeño que prácticamente ni se deja un tropiezo en frente de un equipo como el Barça. Especialmente cuando Gerona y Real Madrid volverán a poner a prueba a los cadistas en las próximas semanas.

Un solitario tanto de Tchouameni, en un partido con muchas ocasiones en la segunda parte, decidió un duelo trampa para los de Ancelotti, que salen de Mallorca con 3 puntos y la Liga amarrada. Carletto rotó en la batalla del próximo miércoles en Champions y la apuesta le salió bien al italiano con un deslumbrante Modric, el mejor Tchouameni del año, si bien no va a estar en el Etihad por tarjetas, y un Brahim que desaprovechó hasta un par de ocasiones claras. A los de Aguirre no les llegó con el compromiso y la voluntad, si bien Lunin debió sacar un par de manos salvadoras.