Alcaraz no da opción a Zverev, y nos lleva a unas semifinales contra Medvedev (6-3, 6-2, 6-4)

 
En una actuación redonda, nuevamente digna de sorprendo en la grada llena del estadio tenístico más grande del planeta, Carlos se impuso por 6-3, 6-2 y 6-4, en dos horas y 30 minutos, sin apenas dejar chistar al duodécimo cabeza de serie, minado progresivamente hasta la capitulación. En semifinales le espera el ruso Daniil Medvedev, tercer preferido y vencedor en 2021, que venció a su compatriota AndreyRublev, octavo preclasificado, por 6-4, 6-3 y 6-4.
Alcaraz salió del primer y prácticamente único trance frágil. Salvó dos pelotas de ruptura de Zverev en el séptimo juego, y lo hizo en los dos casos con segundos servicios. Aun en un instante desatinado, con dos fallos gruesos y alguna mala elección de golpes, consiguió sostener su servicio. A pesar de padecer con su golpe de derecha y ver frustradas sus tentativas iniciales en la red, el alemán sostenía el partido vivo, en una buena parte merced al acierto con el saque, por donde pasaban una buena parte de sus posibilidades. Cuando se le apagó la luz, y así fue en el octavo juego, entreabrió la puerta al de España. Este no vaciló. La derruyó de un golpe y dio con la llave que le llevaría al 6-3.

Con Novak Djokovic ya clasificado para semifinales, en las que se va a medir con el joven Ben Shelton, Alcaraz se jugaba su continuidad en el campeonato frente a un hombre cuya actuación en frente de Jannik Sinner en octavos fue un acto severo de reivindicación personal. El alemán, vapuleado por Alcaraz en su ya penúltimo enfrentamiento, en octavos del Masters de la capital española, ganó mucha verosimilitud sacando adelante el partido más largo del campeonato, tras 4 horas y 41 minutos.

Mas los inconvenientes que le iba a proponer el actual vencedor serían de otra naturaleza. Sin respiro, en una atmosfera estresante, con abundantes espectadores buscando socorro inútil en el abanico o agitando las bandejas de cartón de la cena recién ingerida, Zverev iba a remolque cuando no afinaba con el servicio, sometido al juego de corriente alterna del murciano, que hacía flotar la pelota con su revés cortado y maduraba la resolución con impactos como el revés plano, cruzado, que le dio pronto ventaja en el segundo set. El de Hamburgo solo pudo anotarse el 29 por ciento de los puntos que disputó con su segundo saque.

Ya de manera plena recuperado de la lesión de tendones del tobillo que padeció ante Rafael Nadal en las semifinales de Roland Garros de 2022 y que le tuvo 6 meses lejos de las canchas, ante Sinner Zverev no solo volvía a parecerse a la estampa de sus principios en el circuito sino plasmaba una versión mejorada, más acorde con un tenista de 26 años resuelto a eliminar actitudes que saboteaban su talento y a evolucionar como corresponde a su capital físico.

Contra Alcaraz no perdió la compostura ni la cabeza. Sencillamente le faltaron contestaciones para el enorme reto al que debió enfrentarse. Ya con dos parciales sobre la espalda, solicitó tiempo médico y desapareció a lo largo de 8 minutos de la pista. El tercero fue el set más parejo. Cansado, perdida una parte de la chispa, el de España supo administrar la situación y cerrar el partido sin mayor desgaste. Zverev no aprovechó ninguna de sus 5 opciones de break durante la noche. Alcaraz hizo pleno, 4 de 4. La última de ellas, la que le dio el noveno juego del tercer parcial, fue la sentencia terminante.

"Me he sorprendido a mí, del mismo modo que a mi equipo. En los partidos precedentes me ha costado considerablemente más rentabilizar las ocasiones. He jugado beligerante en esos instantes. He sido concluyentes", valoró en rueda de prensa.

TiroAlpalo