Fútbol

El futbol puede ser muy perjudicial y serlo por diferentes caminos. Por todos , o prácticamente, lo fue con el Nàstic en Balaídos. Los granas se quedaron con la miel en los labios. Igual que en Llagostera o en Ibiza, por refererir los dos últimos. La maldad de Jackson, bien entendida, para batir a Manu de las dos únicas formas posibles, probablemente, que hay para superar al meta andaluz.

Desde el momento en que Eriksen cayó desplomado sobre el césped del Parken Stadion por un paro cardiaco en un partido que encaraba a Dinamarca con Finlandia, pertinente a la fase de conjuntos de la última Eurocopa. Aquello podía suponerse como un mazazo para la selección danesa, que, lejos de resentirse tras perder a su gran estrella, vive uno de los instantes más dulces de su historia futbolística.