Lo que mal comenzó mal terminó este viernes, así que N. York se queda con las ganas de la cacareada y deseada (ya falsa) final entre Novak Djokovic y Carlos Alcaraz. No falla el serbio en el primer turno, mas se rinde el de España de noche frente a un imponente Daniil Medvedev, el Medvedev de los mejores tiempos. Hay un amago de remontada, mas el ruso no pierde el temple, remata su fabulosa actuación y la victoria (7-6(3), 6-1, 3-6 y 6-3, en 3h 18m) le guía justamente cara su quinta gran final, la tercera en la ciudad de Nueva York. Cedió en la de 2019 contra Rafael Nadal, llevado al máximo el de España entonces, mas derruyó un par de años después a Nole. Se rencontrará otra vez con el serbio, verdugo vespertino de Ben Shelton, y se reafirma como opción alternativa más fiable al duopolio.